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¿Sigue Xabi Alonso como entrenador del Real Madrid tras la derrota ante el Manchester City?

Por Federico Leiva, CNN en Español

El Real Madrid sumó este miércoles otra decepción. Ante su gente, en el mismísimo Santiago Bernabéu, los blancos cayeron 1-2 ante un Manchester City que está lejos de sus mejores tiempos, dejando aún más tocado a un ya discutido Xabi Alonso.

La derrota no golpea tanto en lo numérico (sigue estando entre los mejores ocho del torneo gracias a los empates del Newcastle y el Borussia Dortmund), pero sí en lo anímico y futbolístico.

En una semana en la que se habló mucho (y se seguirá hablando) del futuro de Xabi Alonso como entrenador, los jugadores del Madrid salieron decididos a respaldar a su DT. Durante buena parte del primer tiempo se vio a un conjunto madridista que impuso condiciones ante los Citizens, desconectando cualquier posibilidad ofensiva del elenco inglés, y lastimando cuando tuvo la oportunidad.

Sin embargo, desde el empate (con complicidad de Courtois), fue un castillo de naipes cayendo lentamente. Para colmo antes del descanso llegó el penal inocente de Rüdiger que Haaland cambió por gol.

Con la derrota, el Madrid se vino abajo. Salió al segundo tiempo apagado, sin ideas, sin frescura. Es cierto que hay una epidemia de lesiones en el cuadro blanco, de la que ni siquiera el goleador, Kylian Mbappé, pudo salvarse. Pero con los nombres que tiene la Casa Blanca, uno siempre espera más que lo mostrado en los últimos 45 minutos.

Cuando el Real Madrid venció al Barcelona el 26 de octubre, no eran pocos los que aventuraban que el Merengue estaba listo para una temporada de ensueño, tanto en España como en Europa. Sin embargo, poco más de 40 días después, los madridistas parecen a la deriva, indefensos ante un embate de olas resultadistas que amenazan con dar vuelta el barco y sumergir la temporada en un verdadero naufragio.

Aquel triunfo por 2 a 1 en el Santiago Bernabéu dejó a los blancos en la cima de LaLiga con cinco puntos de diferencia sobre los culés, pero hoy, seis jornadas después, son los blaugranas los que miran a todos desde arriba, y con cuatro unidades de ventaja. De hecho, el Madrid está más cerca de perder el segundo lugar (Villarreal está tercero con un punto menos) que de volver a liderar el campeonato español.

Es cierto que el Real Madrid tuvo, después de las victorias en fila ante el Barcelona y el Valencia, una seguidilla interminable de visitante.

La gira comenzó con una dolorosa derrota en Anfield ante un Liverpool que, en plena crisis, lo paseó en todos los rincones del campo de juego. El resultado fue escueto, 1-0, pero el daño fue grande: de allí en más, el Merengue parece haberse sumido en un desierto futbolístico, y en cada partido que pasa, el pozo parece más profundo. No hay fútbol, no hay presión al rival, no hay individualidades destacadas, no hay juego asociado, no hay sorpresa en ataque. Cuando nada de eso sale bien, lo que quedan son dudas. Muchas. En el campo de juego y del otro lado de la línea de cal.

Le siguieron tres costosísimos empates a domicilio en LaLiga contra el Rayo Vallecano, el Elche y el Girona, incluso algunos donde mereció irse sin nada. El triunfo de comienzos de diciembre en casa del Athletic de Bilbao parecía prometer un renacimiento repentino, pero todo se fue por la borda el pasado domingo, cuando perdió en el mismísimo Bernabéu ante un Celta de Vigo que ya estaba mirando con preocupación la zona de descenso.

Pero lo peor no fue el resultado. Se vio a un Madrid con urgencias y sin soluciones. Los de Vigo le discutieron la pelota y se animaron a hacerle daño. Como se dice en el fútbol: olieron sangre y fueron a por todo.

Para colmo, el Madrid dejó una imagen final de impotencia absoluta: Fran García vio dos amarillas en un minuto y, ya en el descuento, cuando el equipo buscaba como podía la igualdad, Carreras también se fue expulsado por dos amonestaciones con segundos de diferencia. La roja directa que vio Endrick sin siquiera haber pisado el campo más que para hacer el calentamiento terminó por pintar un cuadro de descontrol absoluto.

Poco queda de aquel Madrid de los primeros meses. Ese conjunto blanco que mordía en todos los sectores del campo, ansioso por recuperar el balón y que sumaba gente en ataque para hacer daño. Por el contrario, se ha vuelto equipo apático, sin ideas colectivas y con rendimiento individuales muy bajos.

Ninguno de los jugadores está en su punto máximo de rendimiento y cuesta encontrar alguno que destaque. Es más, da la sensación de que el goleador Kylian Mbappé también se prende y se apaga con una facilidad alarmante en cada partido. Los jugadores que se supone deben desequilibrar no aparecen. Ni Vinícius Jr., ni Bellingham, ni Valverde, ni Güler. Eso lo vuelve un elenco predecible.

A eso se suman los reportes (no verificados, por cierto) de algunos medios deportivos españoles, que hablan de algunos desacuerdos entre ciertos referentes del plantel y el entrenador. Se rumorean varios, pero ninguno quedó tan claro como el de Vinícius, quien protagonizó un enojo sorpresivo al ser reemplazado en el clásico victorioso ante el FC Barcelona. El brasileño se fue visiblemente molesto con la decisión del entrenador de sacarlo del campo de juego y, al momento de pedir disculpas por su berrinche, no mencionó a Xabi Alonso: “quiero pedir disculpas nuevamente a mis compañeros, club y presidente”, fueron sus palabras en redes sociales.

El futuro del entrenador cambia según a quién se le pregunte. Algunos dicen que está en la cuerda floja y que una derrota contra el Manchester City por la Champions League esta semana podría catapultar decisiones, agregando que ya están los nombres de Zinedine Zidane (un hombre “de la casa”) y Jürgen Klopp, el exitoso exentrenador del Liverpool.

Otros, por el contrario, no ven una salida anticipada del estratega español, especialmente si se tiene en cuenta que apenas comenzó su ciclo al frente del primer equipo hace poco más de seis meses. Además, puede que Xabi no tenga las tres Orejonas en la vitrina que sí tiene Zidane como DT, pero también es historia pura del Merengue: 236 partidos jugados, seis goles, 31 asistencias y seis títulos.

Quizás, después de todo, Xabi esté pagando no solo estos seis meses, sino el fracaso de la última temporada, que bajo el mando de Carlo Ancelotti terminó sin ningún título importante. En un club ganador como el Real Madrid, todo lo que no sea salir campeón es mirado de reojo.

La derrota de este miércoles ante el Manchester City es un golpe duro más al ciclo del entrenador. Es cierto que el equipo mostró mejorías, pero ya se sabe que a Florentino Pérez no le tiembla el pulso para cambiar el rumbo ante una tormenta.

  • 28 partidos
  • 19 triunfos
  • 4 empates
  • 5 derrotas
  • Semifinales del Mundial de Clubes
  • 2do en LaLiga
  • 7mo en la Champions League

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