Jugadores chinos, dinero de cárteles: el canal secreto a través del casino más grande de Las Vegas
Por Rob Kuznia, CNN
Lei Zhang salió del calor del desierto y entró al aire fresco de un casino de Las Vegas ocultando sus ojos con unas gafas de sol. Caminó entre la multitud bulliciosa alrededor de las mesas de blackjack, esquivó las máquinas tragamonedas y se dirigió a una habitación del hotel.
Llevaba consigo una bolsa llena de dinero en efectivo y un oscuro secreto: era un actor clave en un supuesto esquema global de blanqueo de dinero, uno que servía a jugadores chinos de alto nivel y que los investigadores más tarde vincularían con algunas de las bandas criminales más peligrosas del mundo.
Durante años, las autoridades han luchado contra un mercado negro ilícito de dólares estadounidenses impulsado por las estrictas restricciones del gobierno chino a sus ciudadanos. Los ciudadanos chinos adinerados que buscan eludir esas normas pagan a
intermediarios para conseguir millones en efectivo, a menudo procedentes de cárteles mexicanos que buscan limpiar sus beneficios ilícitos de la venta de fentanilo y otras drogas.
Ahora, una investigación de CNN que incluyó la revisión de cientos de páginas de documentos judiciales y entrevistas con más de media docena de fuentes policiales revela nuevos detalles sobre un participante poco reconocido en este mercado en expansión: los casinos estadounidenses.
En un casino de alto perfil, algunos miembros del personal estaban implicados en el plan.
El año pasado, Wynn Las Vegas aceptó en un acuerdo de no procesamiento pagarle al gobierno federal US$ 130 millones por ayudar a poner dinero ilegal en manos de jugadores de grandes apuestas en la mayor confiscación delictiva de un casino en la historia de Estados Unidos. El mayo, el casino, fundado por Steve Wynn, quien dejó el cargo de CEO de Wynn Resorts en 2018, fue multado con otros US$ 5,5 por los reguladores estatales para resolver el mismo caso.
Pero los detalles de los múltiples casos penales que provocaron esas enormes multas se han mantenido en gran medida en secreto, hasta ahora.
Un factor clave en esos acuerdos, según los investigadores, fueron las pruebas recogidas en el caso contra Zhang y otros tres acusados, quienes admitieron haber ayudado a jugadores chinos adinerados a evitar restricciones de divisas para poder gastar decenas de miles de dólares en el Wynn y otros casinos. Los empleados del Wynn con frecuencia facilitaban el fraude.
Las autoridades le dijeron a CNN que tenían pruebas de que el dinero proporcionado por Zhang y otros —ninguno de los cuales trabajaba para el casino Wynn, sino que trabajaban como intermediarios proporcionando dinero en efectivo a los jugadores— provenía de la
prostitución, el tráfico de personas y la venta callejera de drogas.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los jugadores eludieron “las leyes extranjeras y estadounidenses que regulan la transferencia y la notificación de actividades monetarias”, incluyendo la Ley de Secreto Bancario o las leyes contra el blanqueo de capitales.
Ni el casino, ni los cuatro acusados admitieron haber blanqueado dinero a sabiendas para cárteles, ni para nadie. Pero algunos investigadores afirmaron que sus acciones ayudaron a personas malintencionadas a ocultar el origen de su dinero ilícito.
“Las leyes federales que regulan la notificación de transacciones financieras están en vigor para detectar y detener actividades ilegales”, dijo Carissa Messick, agente especial a cargo de la unidad de investigaciones criminales del Servicio de Impuesto sobre la renta en
Las Vegas, en un comunicado en ese momento. “Incumplir deliberadamente los requisitos de la Ley de Secreto Bancario es una forma de blanqueo de capitales”.
En un comunicado dirigido a CNN, Wynn Resorts afirmó que la empresa cooperó plenamente con la investigación y “despidió inmediatamente a los pocos empleados implicados porque sus acciones violaron el programa de cumplimiento de la empresa”.
“Wynn está comprometido a mantener los más altos estándares de integridad, cumplimiento y responsabilidad regulatoria”, afirmó el casino Wynn. “Aceptamos la responsabilidad por las deficiencias históricas identificadas, hemos hecho correcciones significativas y estamos comprometidos a garantizar que tales fallos no se repitan”.
Según expertos e investigadores, los casos de los cuatro acusados que propiciaron lograr el histórico acuerdo de Wynn muestran cómo los casinos se han beneficiado de que el dinero sucio pase por sus arcas, y cómo los cárteles de la droga buscan legitimar los enormes beneficios que generan con la venta de fentanilo y otras drogas a través de los
establecimientos de juego legales. Un fiscal en el caso de Zhang estimó que anualmente al menos US$ 100 millones se blanqueaban a través de casinos estadounidenses.
“Hace cuarenta y ocho horas, ese era el dinero proveniente del fentanilo”, dijo Chris Urben, exagente especial adjunto a cargo de la División de Operaciones Especiales de la DEA, refiriéndose a parte del dinero que Zhang y otros movilizaron a través del Wynn y otros casinos.
Aunque los reguladores y las autoridades federales han tomado medidas contra los bancos y han exigido un control más estricto sobre los depósitos en efectivo preferidos por los cárteles, los reguladores han demorado en aplicar esa misma presión a los casinos a pesar de su interés financiero.
“No han recibido tanto escrutinio como el que han tenido las instituciones financieras en el pasado”, dijo Ian Messenger, fundador y CEO de la Asociación de Especialistas Certificados en Cumplimiento de Juegos en Toronto. “Eso está cambiando, con casos como el de Wynn”.
Los esquemas para movilizar dinero ilícito en los casinos de Las Vegas se remontaban a un problema sencillo: los jugadores chinos de grandes apuestas —que se sabe que pueden gastar hasta un millón de dólares en una sola mano de blackjack— tenían dificultades para acceder a sus fondos en Estados Unidos.
Una medida contra la corrupción por parte del Gobierno chino a partir de 2016 llevó a una aplicación más estricta de las normas que prohibían a las personas sacar del país más de US$ 50.000 al año.
Para las autoridades estadounidenses, esta norma ha generado una demanda enorme entre los visitantes chinos acomodados y los expatriados. Cuando necesitan grandes sumas para comprar bienes raíces, un coche de lujo u otros gastos importantes, muchos recurren a banqueros clandestinos.
Las fuerzas del orden público le dijeron a CNN que estos banqueros ilícitos, que también suelen ser chinos, se han acercado a bandas criminales como cárteles de drogas mexicanos y redes de prostitución.
A cambio de efectivo, los cárteles y otros proveedores reciben el pago a través de cuentas bancarias chinas que no enfrentan ningún escrutinio financiero estadounidense.
Según las autoridades, en los últimos años, estos intermediarios chinos se han convertido esencialmente en los banqueros de referencia para los principales actores del narcotráfico estadounidense, arrebatándole el control a los intereses latinoamericanos en lo que ha sido como un golpe de Estado sin derramamiento de sangre.
Según las autoridades, los jugadores chinos de alto riesgo se convirtieron rápidamente en actores importantes en el esquema financiero.
A finales de 2018, Dave Mesler, agente especial de la unidad de investigación criminal del Servicio de Impuestos (IRS), recibió una pista intrigante de algunos empleados de otro casino de Las Vegas.
Habían notado un patrón extraño: un hombre entraba en el casino con una bolsa y luego se encontraba con un anfitrión — un empleado encargado de mantener contentos a los jugadores de alto valor—. El anfitrión convocaba a un jugador importante, y el trío desaparecía a un entorno privado como una habitación del hotel. Luego el hombre que venía con la bolsa se marchaba, a menudo sin haber jugado.
El personal del casino —casino que Mesler confirmó que no era el Wynn pero que se negó a identificar debido a la política del Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ)—, finalmente notificó a las fuerzas del orden sobre un puñado de hombres que seguían el mismo patrón.
“El casino no logró averiguar qué estaban tramando”, dijo Mesler, pero “se dieron cuenta de que estos tipos tramaban algo”.
Mesler y otros investigadores pronto identificaron a cuatro de los hombres: Lei Zhang, Bing Han, Liang Zhou y Fan Wang. Todos eran ciudadanos chinos de 30 y tantos o 40 años que vivían en Las Vegas. (Ninguno de los hombres respondió a los múltiples intentos hechos por CNN para contactarlos).
Mesler, que en ese momento dirigía el Grupo de Trabajo de Crímenes Financieros del IRS en Las Vegas, pidió oficialmente que entregaran sus registros de los móviles. Los resultados le entusiasmaron tanto que voló desde su oficina en Las Vegas a San Diego para reunirse con un fiscal federal.
“Descubrí que estos tipos hablaban con los anfitriones de los casinos Wynn varias veces al día, todos los días”, dijo Mesler. “Cientos de veces a la semana… O sea, ni siquiera hablo tanto con mi novia”.
Los investigadores ya se habían interesado por el Wynn, un resort de lujo con un diseño de cristal elegante con ubicaciones en todo el mundo, incluyendo Macao, el único lugar en China donde el juego es legal.
Según fuentes de la DEA, los investigadores habían estudiado cuentas bancarias que sospechaban que estaban siendo utilizadas por cárteles de la droga para financiar juegos de azar en el casino, pero ninguna de esas investigaciones llevó a la presentación de cargos. (Wynn afirmó en su comunicado que las cuentas estaban “establecidas para permitir que los visitantes de fuera del estado realizaran pagos normales y habituales a la Compañía” y que el casino seguía todos los procedimientos adecuados de informes financieros).
Mesler creía que algo más grande estaba ocurriendo con las nuevas pruebas que involucraban a los cuatro hombres chinos.
“Estaba ocurriendo ahora, no era algo que había ocurrido hace años”, dijo Mesler. “Esto aportó mucha nueva energía al caso”.
Mesler empezó a revisar los vídeos de vigilancia del Wynn y, efectivamente, los cuatro hombres les hacían visitas regulares a los anfitriones de casinos y a jugadores de alto nivel.
Con la acumulación de pruebas a principios de 2019, otras agencias se sumaron al caso: la fiscalía de Estados Unidos en San Diego, la DEA, el Departamento de Seguridad Nacional e incluso el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas.
A través de imágenes de vigilancia, misiones encubiertas y entrevistas con informantes y los acusados, los investigadores pudieron reconstruir una imagen más completa del sofisticado esquema.
Los investigadores comenzaron a observar cómo los cuatro banqueros clandestinos o mensajeros que trabajaban para ellos circulaban por Las Vegas, Los Ángeles y sus alrededores realizando recogidas de efectivo, según le informaron fuentes policiales a CNN.
“Aceptaban efectivo de cualquiera que tuviera dinero y que no quisiera depositarlo en una cuenta bancaria por alguna razón”, dijo Mesler.
Los hombres luego transportaban el dinero ilícito al Wynn y otros casinos en Las Vegas, donde se reunían con un anfitrión de casino y un jugador de élite de China para el intercambio.
“No siempre pasaba en una habitación de hotel, pero podía ocurrir. También podría suceder en el baño del hotel”, dijo Peter Fuller, un exdetective del Departamento de Policía de Las Vegas que trabajó en el caso. “También ocurrió en vehículos”, añadió.
Los datos telefónicos incautados a los cuatro sospechosos mostraron que se comunicaban frecuentemente con los anfitriones del casino Wynn, dijo Urben, exfuncionario de la DEA, pero también que algunas de sus comunicaciones se remontaban a operativos de cárteles mexicanos.
Los datos telefónicos incautados a los cuatro sospechosos mostraron que se comunicaban frecuentemente con los anfitriones del casino Wynn, dijo Urben, exfuncionario de la DEA, pero también que algunas de sus comunicaciones eran con operativos de cárteles mexicanos.
Añadió que otro tipo de inteligencia, que incluía vigilancia y entrevistas posteriores al arresto, también apuntaban a los cárteles como una fuente significativa de dinero.
CNN obtuvo un documento interno no clasificado de la DEA, que informaba que los agentes sospechaban que los blanqueadores de dinero le proporcionaban dinero de cárteles de droga latinoamericanos a jugadores chinos, que eran “clientes fiables para comprar dinero en efectivo de las ganancias de la droga”.
El informe de inteligencia, que se compartió con oficinas de campo en todo el país en 2021, también vinculó a los anfitriones de casinos de Las Vegas con miembros de
organizaciones de tráfico de drogas con sede en Estados Unidos “que buscan blanquear los beneficios de la droga”.
“La mayoría y los primeros impulsores fueron los ingresos del cártel mexicano”, dijo Urben, que ahora trabaja como director general en Nardello & Co., una firma privada global de investigaciones especializada en asuntos corporativos. “Cuando digo ‘eso’, me refiero a fentanilo, heroína, cocaína, metanfetamina”.
Un investigador de Seguridad Nacional de EE.UU, que trabajó estrechamente en el caso y pidió que no se usara su nombre por motivos de seguridad, dijo que, en ese momento, gran parte del dinero que banqueros clandestinos les vendía a jugadores chinos en Las Vegas parecía provenir de cárteles.
Las autoridades dijeron que no está claro cuánto sabían los anfitriones del casino o los jugadores chinos sobre el origen del dinero cuando coordinaban esas transacciones.
Pero todos sabían lo suficiente como para actuar en secreto, agregó el investigador de Seguridad Nacional, “así que debían saber que estaban haciendo algo malo”.
Según las autoridades, después de utilizar una aplicación china de mensajes en las redes y otra de pago a través del móvil llamada WeChat para realizar una transferencia rápida de dinero, el jugador solía coger el dinero, lo llevaba al casino y lo cambiaba por fichas.
El resultado final era que todos conseguían lo que querían. El anfitrión del casino conseguía que el jugador hiciera sus apuestas en el Wynn, el jugador recibía el dinero, la fuente “externa” podía reemplazar su dinero sucio por un depósito limpio en una institución financiera, y el banquero clandestino recibía su comisión, todo ello sin tener que enviar grandes cantidades de dólares a través de fronteras internacionales.
En mayo de 2019, los investigadores del caso llevaron a cabo la primera operación encubierta. Su objetivo era Zhang.
Un agente federal encubierto atrajo a Zhang hasta una habitación de hotel de un casino en Las Vegas y citó al que manejaba el dinero, haciéndose pasar por un jugador adinerado que buscaba obtener US$ 150.000 en efectivo.
Mientras avanzaba por la sala del casino hacia la habitación del hotel, agentes que trabajaban con la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de EE.UU esperaban en una habitación contigua. A Zhang le habían pedido que se presentara solo, pero fue acompañado por una mujer. Zhang llamó a la puerta y el agente encubierto abrió.
Los agentes irrumpieron en la habitación.
“Se veía muy calmado y elegante”, dijo el investigador de Seguridad Nacional. “Llevaba gafas de sol y un peinado moderno… Muy de Las Vegas”.
Según el investigador, los agentes abrieron la bolsa y hallaron cuatro pilas de billetes del tamaño de un ladrillo.
La mujer, que llevaba varios teléfonos móviles, era una “madama” que dirigía un servicio de acompañantes, añadió. Dos tercios del dinero en efectivo eran de ella, y quería asegurarse de que la transacción saliera bien. Los agentes incautaron el dinero; la mujer no fue arrestada, dijo.
Esa redada, añadió, ayudó a los investigadores a localizar a los otros tres sospechosos, que fueron detenidos en operaciones similares realizadas en toda Las Vegas ese verano.
Con las pruebas recogidas por Mesler y otros, Zhang, Han, Zhou y Wang fueron acusados en un tribunal federal entre mayo y septiembre de 2019 de operar un negocio de envío de dinero sin licencia.
Los fiscales dijeron que su esquema representaba solo una fracción del dinero ilícito que circula por los casinos.
“La magnitud total de este problema, especialmente en Las Vegas, que da servicio a los jugadores chinos de grandes apuestas que llegan a Las Vegas sin fácil acceso a dinero estadounidense, es ciertamente de millones anualmente”, dijo el fiscal Mark Pletcher durante la audiencia de sentencia de Zhang en 2020. “Se trata de un problema de alrededor de unos US$ 100 millones” cada año, añadió.
En el tribunal, los acusados —que habían emigrado de China— dijeron que se vieron arrastrados a los sistemas bancarios clandestinos porque necesitaban dinero para la atención de niños o de padres ancianos, al llegar a un país donde tenían pocas conexiones y hablaban poco inglés.
Para el otoño de 2020, los cuatro se declararon culpables de un delito menos grave que el lavado de dinero: operar un “negocio de transmisión de dinero sin licencia”. Los investigadores le dijeron a CNN que el cargo de blanqueo de dinero requeriría demostrar que los propios acusados conocían el origen del dinero sucio que llevaban al casino.
Pero otro fiscal, Daniel Silva, le dijo al tribunal que la actividad “socava totalmente las leyes estadounidenses contra el blanqueo de capitales”.
Las redes de transacciones de este tipo, añadió, “son un problema enorme, enorme en Estados Unidos” y “no serán toleradas”.
Zhou, que ahora tiene 42 años, recibió la orden de devolverle al gobierno US$ 446.000 y fue condenado a seis meses de prisión.
La pena más leve fue para Wang, que recibió tres meses de arresto domiciliario y se le ordenó devolver US$ 225.000 por su papel en el plan.
Según documentos judiciales, Wang, ahora de unos 43 años, exjugador profesional de póker y que también trabajó en la industria del “junket” que trajo a jugadores chinos a Las Vegas, fue acusado el año pasado de mentir sobre su condena por delito grave mientras intentaba comprar un rifle de asalto semiautomático en Las Vegas. Se declaró culpable del
cargo de portación de armas en abril y fue condenado a un tiempo de reclusión ya cumplido.
También según documentos judiciales, la penalización por el decomiso más elevada fue para Han, que ahora tiene 50 años, a quien se le ordenó devolver US$ 500.000. Han declaró que le concedieron asilo en Estados Unidos en 2019 tras sufrir persecución religiosa en China por fundar una iglesia.
La condena más dura fue para Zhang, que ahora tiene unos 45 años, quien durante el juicio afirmó a través de su abogado que no tenía ni idea de que estaba haciendo algo malo. El juez condenó a Zhang 15 meses de prisión y le ordenó devolver US$ 150.000, una formalidad ya que las autoridades ya habían incautado esa cantidad durante la redada.
Fuller, el exdetective del Departamento de Policía de Las Vegas, dijo que es importante reconocer el daño causado por el delito.
“No puedes ir tomando dinero de nadie, porque lo que acaba pasando es que acabas recibiendo dinero de Pablo Escobar”, dijo Fuller, que ahora trabaja como agente especial para Hacienda. “Básicamente es lo que ocurrió en los años 30 con Al Capone y todo eso, todos los banqueros y todo el mundo. ’Oh no, yo, yo no vendo drogas. No formo parte del crimen organizado. Simplemente monté empresas para esta gente. Solo transfiero dinero’”.
El otoño pasado, poco más de dos años después de que el último de los cuatro hombres fuera condenado, el casino Wynn firmó el acuerdo de no procesamiento judicial y reconoció que sus empleados estaban implicados en una variedad de esquemas, incluidos aquellos dirigidos a jugadores chinos de grandes apuestas. En un comunicado enviado a
CNN el casino dijo que desconocía los detalles de los cuatro casos penales individuales que se desarrollaban en los tribunales.
El acuerdo también dejó en evidencia casos anteriores que datan de 2014 en los que el casino Wynn “conspiró consciente e intencionadamente” con individuos —algunos con conexiones con América Latina— para establecer formas ilícitas de conseguir dinero a los jugadores y reclutar jugadores extranjeros de lugares que Estados Unidos ha identificado como “grandes países de blanqueo de capitales”.
En otro esquema —denominado en el documento como “apuestas con cabezas humanas”— los clientes, que debido a las leyes contra el blanqueo de dinero tenían prohibido jugar, tenían un jugador que lo hacía por ellos, mientras recibía órdenes. Se sospechaba que uno de esos clientes tenía conexiones con un grupo de crimen organizado transnacional.
Según el acuerdo, la implicación del casino Wynn en esta actividad ilícita no se limitó a los anfitriones del casino, también incluyó a un ejecutivo de marketing de la empresa y a un alto ejecutivo de una filial de la empresa.
En su comunicado, Wynn afirmó que desde entonces ha realizado las mejoras establecidas en el acuerdo, y que incluyen la incorporación de altos cargos en una oficina dedicada a hacer cumplir las leyes contra el blanqueo de capitales, y la creación de un comité independiente de cumplimiento cuyos miembros no están afiliados a la empresa.
Según el Departamento de Justicia, cuando Zhang y Han se declararon culpables a principios de 2020, fueron los primeros en ser procesados en Estados Unidos por esta forma de banca clandestina.
Según Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado internacional de la Brookings Institution, hoy en día las redes de banqueros clandestinos chinos son las principales blanqueadoras de dinero no solo de los cárteles de droga mexicanos, sino también de
grupos de crimen organizado en todo el mundo, incluidos varios grupos mafiosos italianos.
“En los últimos ocho años aproximadamente, ha habido una gran explosión de blanqueo de dinero chino en Estados Unidos, en México y en Europa”, añadió.
Wynn no es el único casino que ha sido sorprendido ayudando a criminales que evaden las leyes bancarias.
En Australia, el casino Crown Resorts fue multado con US$ 300 millones en 2023 por infringir las leyes contra el blanqueo de capitales y mantener una relación comercial con un operador de “junkets” a pesar de que el casino era consciente de las acusaciones de que la empresa estaba vinculada al crimen organizado chino. “La empresa que cometió estas inaceptables e históricas violaciones es muy diferente a la que existe hoy”, dijo Crown Resorts en un comunicado de ese momento.
En Canadá, donde este tipo de delitos ha sido rampante, un informe de 2022 de una comisión gubernamental creada para investigar el asunto reveló un esquema común en Vancouver que se parece mucho a lo que los investigadores dicen que ocurría en el Wynn: narcotraficantes y prestamistas chinos que vendían bolsas llenas de dinero en efectivo a jugadores chinos que los llevaban a los casinos para jugar a un juego de cartas llamado bacará.
Messenger, el experto en cumplimiento de las normas en el juego, dijo que no le sorprendía que el histórico acuerdo del Wynn y casos similares no hayan despertado mucho interés público.
“El público no suele tener grandes expectativas en lo que respecta a la industria de los casinos”, afirmó. “Todos tienen Netflix. Han visto la película ‘Casino’; han visto las otras películas”.
Sin embargo, la industria de los casinos se ha dado cuenta, y la cultura de cumplimiento de las leyes para prevenir el blanqueo de capitales está mejorando, señaló.
Aun así, dijo Messenger, los casinos —con sus grandes volúmenes de dinero y la creciente presión para hacer que vayan más personas y para atraer grandes apostadores a medida que el juego online gana popularidad— siguen siendo un entorno fértil para lavar los beneficios del crimen.
“Vemos muchísimos casos de fondos criminales o de delincuentes que intentan ingresar dinero a los casinos”, dijo. “No para entretener, sino para crear capas, para crear explicaciones.”
Esos fondos criminales provienen de un negocio que ha dejado un rastro de devastación.
El funcionario de la DEA Brian Clark señaló que el aumento del blanqueo de dinero en China coincidió con una epidemia de uso de drogas, que en los últimos años ha cobrado más de 100.000 vidas al año en Estados Unidos, la gran mayoría de las muertes fue causada por opioides como el fentanilo.
“Todo se alimenta de este negocio de blanqueo de dinero”, dijo, “y eso tiene como resultado que mueran estadounidenses”.
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