Se avecina un cambio radical en la informática (y no se trata de inteligencia artificial)
Por Lisa Eadicicco, CNN
Crear fármacos revolucionarios, probar nuevos materiales para automóviles y simular cómo los escenarios de mercado pueden afectar a los bancos son apenas algunas de las tareas que podrían tardar meses o años en desarrollarse, incluso con las computadoras más avanzadas.
¿Pero qué pasaría si ese tiempo se redujera a minutos u horas?
Esa es la promesa de la computación cuántica, un campo que se ha estudiado durante décadas y que ha despertado un interés creciente —y una mayor inversión— tanto de gigantes tecnológicos como de empresas emergentes.
El miércoles, IBM presentó su nuevo procesador experimental Loon y el chip de computación cuántica Nighthawk, capaz de realizar cálculos más complejos que su predecesor. En los últimos dos años, Google, Microsoft y otras empresas tecnológicas también han realizado anuncios relacionados con la computación cuántica.
Según McKinsey & Company, la computación cuántica podría generar un aumento de valor de US$ 1,3 billones en ciertas industrias para 2035, y con razón. Los expertos creen que la computación cuántica podría revolucionar campos como la criptografía, las finanzas, la ciencia y el transporte, e IBM afirma que esta tecnología podría resolver en minutos u horas algunos problemas que a las computadoras convencionales les llevarían miles de años.
Pero queda un largo camino por recorrer. Dominar la computación cuántica no se trata de actualizar las computadoras existentes: es un enfoque completamente distinto que se basa en los principios de la física cuántica.
“Un avión de combate no es un Ferrari más rápido solo porque tenga alas”, dijo Sridhar Tayur, profesor de la Escuela de Negocios Tepper de la Universidad Carnegie Mellon. “La computación cuántica no es simplemente una computadora clásica más rápida porque funciona con un principio diferente”.
Las computadoras almacenan y procesan información mediante un lenguaje compuesto de ceros y unos, también conocidos como “bits”. Sin embargo, la computación cuántica utiliza “bits cuánticos”, también conocidos como “qubits”. En lugar de ser cero o uno, los qubits pueden comportarse como cero o uno simultáneamente y existir en estados intermedios, lo que les permite procesar información mucho más rápido.
Imagínalo como lanzar una moneda al aire, explicó Anna Stewart de CNN. Los bits son la moneda cuando cae en cara o cruz, mientras que los qubits son la moneda mientras gira entre cara y cruz, o la moneda si pudiera representar cara y cruz al mismo tiempo.
Pero no esperen que las computadoras cuánticas reemplacen sus portátiles o teléfonos inteligentes. En cambio, este tipo de computadoras son ideales para resolver problemas complejos relacionados con la química y las matemáticas, lo que las convierte en una tecnología potencialmente revolucionaria en áreas como la salud, los estudios ambientales, las finanzas, la ciencia de los materiales y la criptografía.
BMW Group y Airbus, por ejemplo, colaboran con la startup de computación cuántica Quantinuum para investigar cómo podría utilizarse esta tecnología en el desarrollo de pilas de combustible. Mientras tanto, Accenture Labs, la empresa de biotecnología Biogen y la compañía de computación cuántica 1QBit colaboran en investigaciones relacionadas con el descubrimiento de fármacos. Las computadoras cuánticas pueden comparar moléculas mucho más grandes que las que pueden procesar las computadoras clásicas, según indicó Accenture en su sitio web.
“La gran esperanza es que una computadora cuántica pueda simular cualquier tipo de experimento químico o biológico que se realice en el laboratorio”, afirmó Anand Natarajan, profesor asociado de Ingeniería Eléctrica e Informática en el MIT.
La computación cuántica podría tener una enorme influencia en la criptografía y la ciberseguridad, ya que puede utilizarse para descifrar los códigos que protegen los datos, afirmó Natarajan.
“Por lo tanto, esa es también una motivación importante: asegurarnos de que nuestros adversarios no puedan hacerlo y de que contemos con esta capacidad”, añadió.
En octubre, The Wall Street Journal informó que varias empresas de computación cuántica estaban negociando posibles acuerdos con el Departamento de Comercio para obtener financiación federal a cambio de una participación accionaria.
Al ser consultado, un portavoz del Departamento de Comercio declaró a CNN que la agencia “actualmente no está negociando participaciones accionarias con empresas de computación cuántica”.
Sin embargo, la industria se enfrenta a numerosos desafíos antes de que la computación cuántica pueda resolver los dilemas actuales. Por ejemplo, los qubits son extremadamente frágiles, lo que los hace muy susceptibles a factores externos como los cambios de temperatura o luz.
El nuevo procesador experimental Loon de IBM intenta superar este obstáculo demostrando que existen los componentes necesarios para construir una computadora cuántica a prueba de fallos a gran escala, capaz de funcionar eficazmente incluso con errores. Es un paso importante porque los errores son inevitables dada la gran susceptibilidad de los qubits a las interferencias.
“Si hago vibrar una mesa, dañaré nuestros ordenadores cuánticos. Si entra un poco de luz, puede estropearlos”, afirmó Jay Gambetta, director de investigación de IBM.
El nuevo chip Nighthawk de IBM, por su parte, puede ejecutar “puertas” más complejas, según Gambetta. Las puertas son los “bloques básicos” que las computadoras cuánticas utilizan para procesar información, como lo describe el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST).
IBM es solo uno de los competidores en la carrera de la computación cuántica. Microsoft presentó en febrero su chip de computación cuántica Majorana 1. Este chip contiene un material especial que, según la compañía, puede crear un nuevo estado de la materia capaz de producir qubits más estables. Google presentó en diciembre su chip de computación cuántica Willow que, según afirma, reduce los errores a medida que se utilizan más qúbits y puede realizar en cinco minutos lo que a una computadora clásica le tomaría 10 septillones de años.
Todavía no hay consenso sobre cuándo la computación cuántica alcanzará su máximo potencial.
Natarajan cree que probablemente todavía falten una o dos décadas. Según McKinsey, el 72 % de los ejecutivos tecnológicos, inversores y académicos consultados consideran que una computadora cuántica totalmente a prueba de fallos podría estar disponible para 2035. IBM espera alcanzar la computación cuántica a prueba de fallos para finales de la década.
Pero cuando esto suceda, los beneficios podrían ser enormes.
“Ahora mismo, en cierto modo… estamos intentando realizar una neurocirugía con una cuchara y un tenedor. Pero lo ideal sería que, para realizar una neurocirugía, se usaran herramientas mucho más sofisticadas”, afirmó Tayur, de Carnegie Mellon. “Y esas herramientas mucho más sofisticadas son una de las promesas de la computación cuántica”.
Con información de Elisabeth Buchwald, de CNN.
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