Acusan a dos sospechosos por el presunto complot terrorista en Michigan
Por Alaa Elassar, Leigh Waldman y Jeff Winter, CNN
Las autoridades federales han identificado a dos sospechosos detenidos en relación con lo que el director del FBI describió como un posible complot terrorista.
Mohmed Ali y Majed Mahmoud enfrentan cargos por “recibir, transferir, intentar transferir y conspirar para transferir armas de fuego y municiones, a sabiendas y teniendo motivos razonables para creer que se utilizarían para cometer un delito federal de terrorismo”, según una denuncia penal.
Antes del amanecer de la mañana de Halloween, los residentes de un pintoresco barrio arbolado de Michigan se despertaron sobresaltados por las explosiones de bombas de humo y una voz que gritaba en árabe.
“Somos del FBI. Tenemos una orden judicial. Todos los residentes dentro… salgan sin nada en las manos”, gritó un hombre antes de que agentes federales armados irrumpieran en la casa en Dearborn, un suburbio de Detroit.
Poco después, el director del FBI, Kash Patel, se jactó en X de que la agencia había “frustrado un posible ataque terrorista” y arrestado a “varias” personas en Dearborn “presuntamente planeando un ataque violento durante el fin de semana de Halloween”.
Considerada el corazón de la comunidad árabe en Estados Unidos, Dearborn alberga la mayor concentración de estadounidenses de origen árabe en el país y con frecuencia ha sido objeto de comentarios islamófobos y de odio. Abdullah Hammoud, hijo de inmigrantes libaneses, se convirtió en el primer alcalde árabe-estadounidense de Dearborn al ser elegido en 2021.
Miembros de la comunidad, incluyendo vecinos y abogados de las personas detenidas, se muestran escépticos ante las acusaciones.
Uno de estos vecinos es Laraib Irfan, quien describe su comunidad en Dearborn como un lugar unido y tranquilo donde todos se cuidan como si fueran familia.
El viernes por la mañana Irfan se despertó gracias a su hermana, quien le informó que agentes del FBI estaban afuera. Escuchó dos estruendos que describió como tan fuertes que sonaron como bombas y disparos.
Observó con asombro cómo los agentes del FBI rodeaban la casa a dos puertas de la suya. Según su conocimiento, en esa casa vivía una familia de siete miembros: una madre, un padre y cinco hijos.
Al oír la orden del FBI, los residentes salieron de su casa con las manos en la espalda, relató Irfan. Durante horas, los agentes entraron y salieron, llevando material para recabar pruebas, mientras la Policía Estatal de Michigan acordonaba las calles aledañas, añadió.
Dos personas fueron arrestadas y otras tres interrogadas, según informaron a CNN el viernes dos agentes del orden con conocimiento del caso; sus edades oscilan entre los 16 y los 29 años. Amir Makled, abogado de uno de los detenidos en la presunta conspiración, declaró a CNN el domingo que tres personas fueron arrestadas y dos fueron interrogadas. CNN se ha puesto en contacto con el FBI para obtener aclaraciones.
El FBI no ha divulgado los nombres de los detenidos. CNN no ha podido confirmar si todos los sospechosos de estar vinculados a la redada cuentan con representación legal.
Sin embargo, hasta la noche del domingo, las personas detenidas aún no habían sido acusadas de ningún delito, afirmó Makled, un detalle que, según los abogados, es muy significativo.
“Confiamos en que, una vez que los hechos se revisen objetivamente, quedará claro que nunca hubo ningún atentado con múltiples víctimas planeado ni ningún complot terrorista coordinado de ningún tipo”, declaró Makled a CNN.
Dos fuentes policiales informaron a CNN sobre una referencia al “día de la calabaza”, una conversación en línea sobre un ataque inspirado por ISIS y una visita a un campo de tiro para practicar recargas rápidas con AK-47, pero los detalles del supuesto complot son escasos.
“En realidad, se trata de un pequeño grupo con un interés legítimo en armas de fuego recreativas, no de una célula terrorista ni de un ataque organizado. Todas las armas se obtuvieron y registraron legalmente”, declaró Makled.
El abogado Hussein Bazzi, quien afirma representar a otra de las personas arrestadas tras la redada, declaró a CNN que la referencia al “día de la calabaza” podría haber sido “una conversación de jugadores en línea malinterpretada”.
“No tengo información, proporcionada por el Gobierno ni por nadie más, de que existiera un complot planeado, discutido o con la intención de ejecutarse”, afirmó Bazzi.
El FBI informó a CNN que estaba realizando operativos policiales en las ciudades de Dearborn y la cercana Inkster, Michigan, pero no ha respondido a la solicitud de comentarios adicionales de CNN.
En su publicación inicial en X, Patel aplaudió al FBI por “llevar adelante nuestra misión de defender la patria”, pero no ofreció ninguna explicación ni prueba que respaldara las afirmaciones sobre un complot terrorista frustrado.
“Habrá más detalles”, escribió, pero hasta el momento no se ha presentado ninguna acusación.
El FBI no ha divulgado información adicional, sin aclarar cuándo, dónde ni cómo se suponía que se desarrollaría el supuesto complot.
“Me resulta curioso”, declaró a CNN Colin Clarke, experto en terrorismo doméstico y seguridad internacional. “Me hace pensar que el complot quizá no era tan sofisticado como hicieron creer a la gente”.
Clarke, director ejecutivo del Centro Soufan, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación de seguridad, afirma que las autoridades podrían estar ocultando detalles para protegerse de un posible enjuiciamiento.
“Están esperando para pronunciarse al respecto para no revelar nada que les perjudique en un juicio”, dijo Clarke, quien no tiene conocimiento directo de la investigación. “O quizás la trama no tenga mucha importancia, no había mucho que decir”.
Solo el tiempo revelará la historia completa, añadió. La demora en la presentación de cargos suele depender del tiempo que el FBI lleve investigando una supuesta trama. Su principal preocupación, agregó, es si la afirmación de que la trama fue inspirada por ISIS tiene algún fundamento.
“¿Había algún operativo de ISIS comunicándose con estas personas, o simplemente se comunicaban entre sí?”, preguntó.
Pero para la comunidad de Dearborn, el prolongado silencio de las autoridades genera serias preocupaciones.
“Una acusación como esta es peligrosa para esta comunidad”, dijo Makled. “Así que cuando el director nacional del FBI emite un comunicado sobre un ataque terrorista frustrado y luego las noticias informan sobre los allanamientos de viviendas en la ciudad de Dearborn, inmediatamente la reacción negativa en internet es que se trata de una célula terrorista local”.
Un video del allanamiento, publicado en Facebook, generó comentarios intolerantes: “Es realmente sorprendente que vivan en Dearborn”, escribió una persona. “Bueno, Dearborn tiene una importante población musulmana que no se caracteriza precisamente por ser amigable con los demás”, comentó otra. Algunos acusaron a los ocupantes de la vivienda de ser “células dormidas”.
Aunque la numerosa población árabe de Dearborn, que representa casi la mitad de la ciudad, la convierte en un blanco fácil para comentarios islamófobos y racistas, la ciudad ha sido clasificada como la segunda ciudad grande más segura de Michigan, según el informe anual de delitos del FBI de 2024.
“Esta comunidad ha formado parte del estado de Michigan durante generaciones», dijo Makled, un estadounidense de origen libanés y residente de Dearborn de toda la vida. “Están profundamente arraigados en la sociedad estadounidense y en esta comunidad; están hartos de que tengan con ellos un estándar diferente”.
Un vecino, que pidió ser identificado solo como “Ahmed”, dijo que los residentes de la casa eran amables y que no estaba convencido de que la redada se basara en sospechas fundadas.
“Nunca se sabe nada de ellos, son perfectos, siempre sonrientes, y no creo que les haya pasado nada, son muy buenas personas”, afirmó.
Cuando se le preguntó sobre la afirmación del FBI de haber frustrado un complot terrorista, Ahmed interrumpió y rechazó la posibilidad por completo: “No, no, no, no”, dijo. “No lo creo”.
Otra vecina, Kathy Sisson, también habló muy bien de su comunidad; comentó que tiene una discapacidad y que sus vecinos, originarios de Brasil, Pakistán e Iraq, se preocupan constantemente por ella para asegurarse de que esté bien.
Una persona que se encontraba en la casa donde tuvo lugar la operación del FBI, quien prefirió no revelar su nombre, declaró a CNN que los detenidos “eran solo niños” y que la situación “se estaba exagerando” y que “no debería haber ocurrido”.
Clarke advirtió contra las conclusiones precipitadas, pero expresó escepticismo sobre la posibilidad de que las autoridades afirmaran con credibilidad haber frustrado un complot terrorista sin pruebas claras y contundentes.
“Para que el Gobierno declare haber desarticulado un complot, creo que necesitarían pruebas más sólidas que las simples habladurías de un grupo de adolescentes en un chat”, dijo Clarke.
Makled afirmó que la madre de su cliente no ha dejado de llorar.
“Creo que mi cliente no ha dejado de pensar ni de dormir ni un segundo desde que fue detenido, debido a la profunda preocupación que siente por lo que le depara el futuro”, dijo. “No tiene ningún control sobre lo que el gobierno federal pueda decir de él”.
Para muchos, el incidente evoca la época posterior al 11-S, cuando los estadounidenses de origen árabe eran sometidos habitualmente a estereotipos falsos, vigilancia encubierta, restricciones desiguales y, con demasiada frecuencia, amenazas de personas violentas motivadas por el odio.
“Sé lo que ocurrió después del 11-S y cómo se sintieron nuestras comunidades árabes y musulmanas”, dijo Clarke. “Por supuesto que están bajo la lupa, incluso con las elecciones a la alcaldía de Nueva York, se ve cómo la islamofobia resurge. Simplemente no sabemos qué pasará”.
Desde el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, el FBI ha evitado numerosos atentados terroristas mediante operaciones encubiertas. Sus agentes afirman haberse infiltrado en redes extremistas para capturar a personas que habrían cometido delitos.
Sin embargo, los musulmanes han sido frecuentemente objeto de una vigilancia estatal con sesgo racial. Muchos fueron sospechosos de terrorismo interno debido a acciones cotidianas que fueron objeto de un escrutinio desproporcionado y sometidas a la atención del FBI únicamente por su fe, según un estudio de 2018 publicado en Critical Sociology que analiza los patrones de vigilancia dirigidos a las comunidades musulmanas.
“Seguimos siendo blanco de ataques y siempre nos miran con recelo. Dearborn está acostumbrada a esto”, dijo Makled. “Esta comunidad no quiere seguir bajo esa luz de sospecha, y no se lo merece”.
La sección de Michigan del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas criticó la falta de transparencia del FBI y el hecho de que no se hayan presentado cargos. “La gente de la comunidad está cansada de esta idea de culpa colectiva, o de que de alguna manera tengamos que responder por las supuestas acciones de un par de personas”, declaró el director ejecutivo del organismo, Dawud Walid a CNN.
Makled instó al público a no juzgar y esperar los resultados de la investigación antes de sacar conclusiones sobre la comunidad, ya que aún se esperan detalles adicionales del FBI.
Si Patel emitió una declaración prematuramente, “exigiría una disculpa del director nacional”, afirmó Makled.
“Así es como se crea unidad”, añadió. “Y así es como se repara cualquier error o daño causado por una equivocación. Esta comunidad es muy comprensiva, y lo aceptaríamos”.
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Con información de Leigh Waldman y Jeff Winter, de CNN, desde Dearborn, y de Alaa Elassar, desde Nueva York.