¿Un Mundial 2030 con 64 selecciones? Esto sabemos
Por Federico Leiva, CNN en Español
Faltan menos de 300 días para el comienzo de la Copa del Mundo de 2026, a realizarse en Canadá, Estados Unidos y México. Será el primer Mundial con 48 selecciones, abandonando el ya tradicional esquema de 32 participantes que venía teniendo lugar de forma ininterrumpida desde Francia 1998.
Pero, a pesar de que ni siquiera están resueltos la mitad de los clasificados para la gran cita del año próximo, algunos ya están pensando un poco más allá.
Este martes, la FIFA mantuvo las primeras discusiones sobre la posibilidad de que la Copa del Mundo de 2030 no tenga ni 32 ni 48 selecciones, sino 64, como parte de una propuesta que llegó de parte de “una delegación de influyentes líderes de América del Sur”, según The Athletic.
Se trata de una propuesta “extraordinaria”, con motivo del centenario que cumplirá la Copa del Mundo en 2030, 100 años después de Uruguay 1930 (donde hubo apenas 13 participantes).
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, ya había deslizado la idea en abril, durante el 80° Congreso Ordinario de Conmebol: “Estamos convencidos de que la celebración del centenario será única, porque solo una vez se cumplen 100 años.
Por eso proponemos, por única vez, llevar este aniversario a 64 equipos, en tres continentes simultáneos. Para que todos los países tengan la oportunidad de vivir una experiencia mundial”.
Desde entonces no se había vuelto a hablar del Mundial de 64 selecciones, hasta ahora.
Antes incluso de tratarse la propuesta de Sudamérica sobre la ampliación de cupos, la cita futbolística más importante de 2030 ya era, de por sí, muy especial.
Al igual que para 2026, la FIFA le otorgó la organización del torneo a tres países: Portugal, España y Marruecos, siendo la primera Copa del Mundo en ser organizada por dos continentes (y confederaciones) diferentes, Europa y África.
Sin embargo, el anuncio más importante respecto a 2030 fue que, justamente, a raíz del centenario de la competición, habría tres partidos en Sudamérica: uno en Argentina (finalista en 1930), otro en Paraguay (donde tiene su sede la Conmebol) y otro en Uruguay (quien organizó y ganó la primera Copa del Mundo).
Esta medida, ya aprobada por la FIFA, deja en el aire la pregunta de qué es lo que pasará con las selecciones de esos tres países durante el proceso clasificatorio, que quedaría afectado en caso de que se las dé por clasificadas como sedes (actualmente, siete de los 10 países que integran la Conmebol van al Mundial o al Repechaje).
La idea del Mundial de 64 selecciones es hoy por hoy apenas una propuesta. Sin embargo, durante una reunión este martes en Estados Unidos, Domínguez se explayó aún más, al sugerir que, en caso de aprobarse, Argentina, Paraguay y Uruguay podrían ser sedes de un grupo entero cada uno, según The Athletic.
De esta manera, Sudamérica no tendría tres partidos, sino 18 (en caso de que los grupos sigan siendo de cuatro participantes).
No fueron pocos los que se opusieron a la idea del Mundial de 48 equipos y no son menos los que se oponen u opondrán a la idea de que sean 64.
De cara a la cita en Canadá, Estados Unidos y México, el principal rechazo que se escuchó fue el del nivel de las selecciones que llegarían al torneo al ampliarse el cupo desde los 32 originales.
Pero ahora, el certamen de 64 escucha otras críticas. Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, dijo que la propuesta es una “mala idea para nuestro proceso de clasificación y para el Mundial en sí mismo”, en referencia a la pérdida de valor que tendrían las Eliminatorias (16 selecciones europeas ya irán al Mundial de 2026, varias más si hay 16 clasificados más).
La Concacaf, la confederación que nuclea a las selecciones de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, es una de las más beneficiadas por la ampliación de los cupos para el año próximo, ya que tendrá, además de los tres clasificados por ser sede, otros tres cupos directos y dos más al repechaje (todas las demás confederaciones llevan solo uno). Sin embargo, tampoco vería con buenos ojos la idea.
“No creo que ampliar la Copa Mundial masculina a 64 equipos sea la decisión correcta para el torneo en sí, ni para el ecosistema futbolístico en general, desde las selecciones nacionales hasta las competiciones de clubes, las ligas y los jugadores”, dijo en abril Víctor Montagliani, el presidente de la Concacaf, en una entrevista con ESPN.
“Todavía ni siquiera hemos inaugurado el Mundial de 48 equipos”, agregó. Es que si la organización de un torneo con 48 selecciones ya de por sí presenta un gran desafío, uno de 64 mucho más.
Tener a 64 combinados nacionales distintos representa un gran desafío logístico. Cada selección necesita complejos deportivos de alto nivel para los entrenamientos, recuperación física y alojamiento.
También se necesitarán más estadios de alto nivel, puesto que habría muchos más partidos por jugarse. Eso demandaría una inversión de mucho dinero, principalmente en Paraguay y Uruguay, donde hay pocos (si acaso, uno en cada país, el Centenario y el Defensores del Chaco) de nivel internacional.
Además, las ciudades sede deben tener comodidades de transporte y hoteles disponibles para el aluvión de aficionados que llegarían para acompañar a su selección.
Jugar la fase de grupos en Sudamérica tendría la complicación extra del largo viaje que deberían hacer las selecciones que clasifiquen a la siguiente instancia que, hasta donde se sabe, se jugará en Europa.
Como dijo Ceferín, también queda en el aire la duda sobre los procesos clasificatorios, ya que poco más un tercio de los países miembros de la FIFA participarían de la Copa del Mundo. Si muchas selecciones acceden a la cita, las eliminatorias perderían valor, lo que afectaría a su vez los ingresos que se obtienen por la venta de derechos de transmisión y publicidad.
Cualquier propuesta que tenga detractores también tendrá partidarios, y en el caso de Sudamérica, son nada menos que sus presidentes.
Santiago Peña, presidente de Paraguay, y Yamandú Orsi, presidente de Uruguay, aprovecharon su viaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York para presenciar y acompañar la reunión entre Domínguez y Gianni Infantino.
Peña incluso publicó fotografías y videos en sus cuentas de redes sociales, donde se lo ve junto a los demás dirigentes que estuvieron en la reunión.
Curiosamente, se notó la ausencia del presidente de Argentina, Javier Milei, quien también llegó a Nueva York para la AGNU, aunque, en su caso, también tenía reuniones previstas con el presidente Donald Trump, otros funcionarios de su administración y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
Sí estuvo presente el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, uno de los hombres más cercanos a Domínguez en la Conmebol.
El Mundial de 64 selecciones es, por ahora, solo una propuesta, una que levanta voces a favor y en contra, y que deberá ser aprobada por el Consejo de la FIFA para ser una realidad.
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