Bebé palestina muere de hipotermia mientras el invierno agrava la crisis humanitaria en Gaza
Por Mohammed al-Sawalhi, Tareq El-Helou y Zeena Saifi, CNN
Las fuertes lluvias y el tiempo frío en Gaza han causado inundaciones y complicado una situación humanitaria ya difícil para los palestinos, la gran mayoría de los cuales vive en tiendas de campaña y otros refugios temporales tras dos años de un devastador asedio militar israelí.
En Khan Younis, en el sur de Gaza, la familia Abu Jazar se despertó el jueves por la mañana y descubrió que su bebé de 8 meses, Rahaf, había muerto de hipotermia causada por el intenso frío, según sus padres y el Ministerio de Salud de Gaza.
Sus padres dijeron a CNN que su tienda de campaña se inundó durante la noche. Llorando y acariciando a la pequeña Rahaf sin vida en sus brazos, la madre de la bebé, Hejar Abu Jazar, no dejaba de lanzar gritos de desesperación. Dijo que había alimentado a su hija la noche anterior.
“Estaba completamente bien. La amamanté anoche. Luego, de repente, la encontré congelada y temblando. Estaba sana, mi amor”, gritó.
Las autoridades municipales en la ciudad de Gaza advirtieron el miércoles a los residentes que evitaran las zonas bajas, diciendo que la lluvia amenazaba con desplazar nuevamente a miles de familias de los refugios temporales, sin alternativas adecuadas disponibles.
“Ante estas graves condiciones, el municipio renueva su llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias y de socorro para que intervengan con urgencia”, dijo el municipio en un comunicado.
Muchas de las áreas donde se encuentran las personas desplazadas internamente están por debajo del nivel de la calle, lo que hace que el agua de lluvia se acumule alrededor y dentro de las tiendas de campaña de las familias, indicó el miércoles Haytham Herzallah, de Medical Aid for Palestinians.
“La situación empeora con los desbordes de aguas residuales, exponiendo a las personas tanto al agua de lluvia como a las aguas negras, mientras viven en refugios que ofrecen poca protección contra el frío o el agua”, dijo Herzallah.
“No han entrado materiales a Gaza desde el alto al fuego para mejorar las condiciones de vida. Incluso las pocas tiendas de campaña que han llegado están diseñadas para condiciones desérticas: no protegen de la lluvia ni proporcionan calor”, añadió.
El doctor Muneer al-Bursh, director general del Ministerio de Salud en Gaza, describió la tormenta como una cuarta tragedia que afecta a los habitantes del enclave, además de la muerte, el desplazamiento y “un exilio sin futuro”.
“Cada tormenta invernal que azota Gaza lleva el sufrimiento mucho más allá del clima, ya que la gente vive en casas destruidas y tiendas de campaña rotas, sin paredes ni calefacción”, afirmó. “El frío y la lluvia se convierten en una amenaza directa para la salud en medio del hacinamiento y la grave escasez de alimentos y medicinas”.
La lluvia continuó el jueves, y la Defensa Civil de Gaza registró la sumersión de “campamentos enteros” desde el norte hasta el sur.
Imágenes de CNN de uno de estos campamentos en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, mostraron decenas de tiendas de campaña deterioradas en medio del agua lodosa y sobre un terreno empapado.
En la tienda empapada de Um Ibrahim Ubeid, ella describió una noche dura para ella y sus hijos.
“La noche pasada fue muy difícil”, dijo a CNN. “Acosté a los niños a dormir y el agua nos rodeó. Se puede sentir la ropa de cama y la cantidad de agua en ella. Los otros niños estuvieron despiertos toda la noche tratando de sacar el agua”.
“No hay vida en absoluto”, añadió. “No tenemos vida”.
Las imágenes de CNN muestran a niños ayudando a adultos mientras cavan y retiran el barro mojado. Algunos se ven saltando descalzos sobre enormes charcos.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) dijo a principios de la semana que cerca de 850.000 personas se refugian en 761 sitios de desplazamiento en Gaza que son especialmente vulnerables a inundaciones.
Así como muchas tiendas de campaña han quedado sumergidas por las inundaciones, también las pertenencias de los residentes. Mahmoud Abu Salah lamentó cómo los pocos alimentos y la harina que tenía se dañaron por la lluvia.
“¿Dónde están los responsables de nosotros? ¡Están en un sueño profundo! Solo nos queda Dios”, afirmó.
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Abeer Salman e Ibrahim Dahman, de CNN, contribuyeron a este informe.