¿Por qué están de moda los “remakes” de videojuegos famosos?
Por Gonzalo Jiménez, CNN en Español
Si te preguntas por qué Hollywood estrena con regularidad “remakes” de películas famosas —como “The Crow”, “Road House” y “Nosferatu”, las tres en 2024, por ejemplo—, debes saber que en la industria de los videojuegos estrenar “remakes” de títulos famosos también está de moda.
En el último lustro se han lanzado “remakes” de “The Last of Us” (2022), estrenado originalmente en 2013; “Resident Evil 2” (2019), cuyo debut fue en 1998; “Silent Hill 2” (2024), basada en el juego de 2001; “Resident Evil 4” (2023), a partir del original de 2005; “Demon’s Souls” (2020), nueva versión del título de 2009; “Persona 3 Reload” (2024) y “The Legend of Zelda: Link’s Awakening” (2019), que actualiza el videojuego de 1993.
Estos “remakes” no solo mejoran la jugabilidad y los gráficos, adaptándolos a la alta resolución que permiten las nuevas pantallas y consolas de videojuegos, sino que han llegado a ampliar la historia, reinterpretar el argumento, introducir una nueva perspectiva de algún personaje y modificar la estética para ponerla al día.
El sitio web gamesindustry.biz cita un reporte de septiembre, elaborado por la firma consultora MTM titulado “Remake vs Innovate: Is the past the future of gaming?”, que concluye que 90 % de los usuarios de videojuegos en consolas y computadoras han jugado un “remake” o un título remasterizado y, de hecho, 85 % de los que juegan “remakes” admite que nunca jugaron los títulos originales, pues eran muy pequeños cuando estos fueron puestos en venta originalmente.
MTM entrevistó a 1.500 jugadores de videojuegos (en consolas y computadoras) en EE.UU. y Reino Unido. De los encuestados, solo 24 % dice que se siente insatisfecho con esta tendencia. Y el informe hace una clara distinción de términos.
Define, por ejemplo, a un “remake” como una “reimaginación de un juego original, construido desde cero con gráficos actualizados, mecánicas de juego renovadas y, a veces, elementos de la historia”. Y llama título remasterizado (remaster) a una “versión mejorada del juego original que mejora los gráficos, el sonido y el rendimiento sin alterar la jugabilidad principal”.
El informe indica que 200 “remakes” y títulos remasterizados han sido lanzados desde 2012 y que hay 30 previstos para estrenarse este 2025. Y revela un dato esencial: los “remakes” están vendiendo más unidades que las versiones originales. Y pone como ejemplo al “Resident Evil 4” de 2024 que vendió 4 millones de unidades en las primeras dos semanas de su lanzamiento y, tras dos años, se convirtió, según Capcom, en el título que más rápido se ha vendido en la historia de la franquicia.
Otro punto de inflexión en esta tendencia es el “remake” del videojuego “Crash Bandicoot N. Sane Trilogy”, de 2017, que revivió una franquicia inactiva y, tras vender 20 millones de unidades en 2024, superó con creces las ventas de otros títulos de esta franquicia lanzada en 1996.
El youtuber español Dayo Script lamenta en una reseña de 2023 sobre el “remake” de “Resident Evil 4”, que la nueva versión “no aporta más que recuerdos. Aquí es donde viene mi miedo. Porque ahora que ha salido esta versión con nuevos gráficos y controles actualizados, ¿qué será del original?”, dijo. Le preocupa que la innovación que introdujeron aquellos títulos clásicos sea olvidada ahora, que su valor histórico se invisibilice, por el ansia de que ese videojuego exitoso esté disponible para la nueva generación de consolas.
La explicación a este auge de los “remakes” de videojuegos famosos pareciera ser por dinero. Pero la respuesta es más compleja, pues invoca estrategias empresariales y el gusto de los usuarios.
Está el factor nostalgia, que es muy potente entre los jugadores adultos, quienes sienten afecto por videojuegos que jugaron de niños o adolescentes y están dispuestos a comprar nuevas versiones de estos títulos para jugarlos en las nuevas consolas.
El informe del MTM señala incluso que la nostalgia tiene tres facetas: la conexión con el pasado, el compartir con otros ese “amor” por un título (cuando un padre comparte un videojuego de Super Mario con su hijo, por ejemplo) y descubrir un clásico. La nostalgia es emoción, que forja una relación afectiva con el pasado.
También incide la estrategia empresarial de la industria, pues el riesgo de lanzar un título conocido de una franquicia exitosa es menor a desarrollar un nuevo videojuego original y desconocido para el gran público. Los costos de crear un videojuego desde cero son mucho más altos que remasterizar uno del que ya existe todo el andamiaje narrativo y técnico.
Otro factor, que no es menor, es el de los avances tecnológicos. Los nuevos motores de juego, que facilitan a los desarrolladores diseñar gráficos realistas, entornos que reaccionan a la acción en tiempo real, con mayor nivel de detalle y resolución, son un elemento tentador para ofrecer un viejo título adaptado a las consolas modernas, sin perder la esencia de la experiencia original.
De esta manera, es posible que un videojuego antiguo sea compatible con hardwares modernos y se lo pueda jugar en consolas actuales.
Con el advenimiento de internet, los ciclos culturales se han acelerado y hoy los jóvenes están más expuestos a más contenidos; de allí que haya un creciente mercado para contenidos retro y videojuegos clásicos que inspiran nostalgia. De allí que haya cada vez más jóvenes interesados por los discos de vinilo, las cintas de cassette y los VHS. Allí está la clave para entender el atractivo de los “remakes” de videojuegos.
The-CNN-Wire
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