¿Quién fue Ed Gein? La oscura historia real del asesino y profanador de tumbas que inspiró la serie “Monster” de Netflix
Por Gonzalo Jiménez, CNN en Español
Los crímenes de Ed Gein, apodado el “carnicero de Plainfield” tras su detención en 1957, fueron tan atroces que inspiraron películas como “Psycho”, “The Silence of the Lambs” y “The Texas Chainsaw Massacre”, entre otras. Y ahora su historia será conocida por una nueva generación gracias a la serie “Monster: The Ed Gein Story”, que Netflix estrena este viernes.
Se trata de la principal apuesta de Netflix este octubre, ahora que la cercanía de Halloween impulsa el género de terror en las salas de cine y las plataformas de streaming.
Para adentrarse en la sórdida historia de Ed Gein hay que tener nervios de acero. Nacido en 1906 en el condado rural de La Crosse, en Wisconsin, Gein tuvo una infancia espantosa en una granja del poblado de Plainfield, marcada por un padre maltratador y una madre fanática religiosa, que le infundió al muchacho una profunda repulsión por el sexo y un desdén por las mujeres. Al ser una zona rural, Ed Gein se crió en un ambiente aislado, sin mucho contacto con el mundo exterior y, a la vez, bajo el control férreo de su madre (lo que ocurre al personaje del asesino Norman Bates en la novela “Psycho”, de Robert Bloch, adaptada al cine por Alfred Hitchcock en 1960).
Luego de la muerte de sus familiares —su padre, en 1940; su único hermano, en 1944; y especialmente el fallecimiento de su madre, en 1945—, el estado mental de Ed Gein empeoró y su aislamiento se profundizó. Fue entonces, en esa granja remota de Wisconsin, que Gein comenzó la serie de crímenes por los que es actualmente tristemente recordado.
Se sospecha que asesinó al menos a dos mujeres y se descubrió que había exhumado cadáveres de cementerios locales, entre otras cosas.
Gein se ganaba la vida haciendo trabajos esporádicos como obrero para el equipo municipal de carreteras o participando en la trilla de cereales. Y a partir de 1951 empezó a recibir un subsidio agrícola de parte del Gobierno federal. Era un vecino callado y tímido, del que nadie desconfiaba en la comunidad.
La desaparición de Bernice Worden, dueña de una ferretería en Plainfield, el 16 de noviembre de 1957, puso la atención de las autoridades sobre la figura de Ed Gein, pues el último recibo escrito por Worden fue a favor de Gein, a cambio de la venta de un líquido anticongelante. Esa noche Gein fue arrestado y la Oficina del Sheriff del condado de Waushara registró la granja del sospechoso.
Lo que hallaron las autoridades allí fue una auténtica casa de los horrores. El cuerpo decapitado de Worden fue hallado en un cobertizo, colgado por las piernas y despiezado como si fuese un ciervo. Las mutilaciones se hicieron después de que Worden fuese asesinada por el disparo de un rifle.
Los agentes del orden descubrieron que Gein había exhumado cadáveres de cementerios locales, utilizando sus restos para crear diversos objetos macabros, incluyendo muebles y ropa hechos con piel humana (igual que los personajes de Buffalo Bill en “The Silence of the Lambs” y Leatherface en “The Texas Chainsaw Massacre”).
Lo encontrado dejó lívidos a los funcionarios de la oficina del sheriff: un cesto de basura hecho con piel humana, respaldos de sillas hechos con el mismo material, cráneos humanos montados en los postes de la cama, un corsé fabricado de un torso femenino, máscaras hechas de la piel de cabezas femeninas, la cabeza de Bernice Worden en un saco y su corazón en una bolsa de plástico puesta sobre la estufa de leña, un par de labios en el borde de una ventana y un cinturón hecho de pezones humanos femeninos, entre muchos más objetos espeluznantes.
El laboratorio estatal de criminalística de Wisconsin fotografió todos los objetos y luego los destruyó. Ed Gein reconoció haber cometido los asesinatos de dos mujeres: Bernice Worden y Mary Hogan. Y confesó que entre 1947 y 1952 hizo hasta 40 visitas nocturnas a tres cementerios locales para exhumar cuerpos recién enterrados. Gein desenterraba los cuerpos de mujeres que, según su parecer, se parecían a su madre, para luego, al llevarlos a la granja, poder curtir sus pieles y usarlos para fabricar utensilios de la casa.
Gein fue procesado el 21 de noviembre de 1957 por el homicidio premeditado de Bernice Worden en el Tribunal del condado de Waushara, en el que se declaró inocente por demencia. Fue diagnosticado con esquizofrenia y se lo consideró mentalmente incompetente, por lo que no estaba apto para ser juzgado y se le envió a distintos centros hospitalarios.
En 1968, los médicos determinaron que Gein estaba capacitado para participar en su defensa. Se le sometió a juicio sin jurado y, tras una semana, se lo encontró culpable. Gein pasó el resto de su vida confinado en hospitales psiquiátricos hasta su muerte, en 1984.
Su granja de 79 hectáreas fue puesta en venta, pero el 20 de marzo de 1958, diez días antes de la subasta, un incendio consumió la casa. La causa del fuego nunca fue determinada.
En 1959, el escritor Robert Bloch, conocido por sus relatos de terror, publicó la novela “Psycho”, inspirada en la figura de Ed Gein. Sería la primera señal de que estos horribles crímenes cometidos en una zona rural de Wisconsin continuarían originando historias de monstruos por las décadas siguientes.
“Monster: The Ed Gein Story”, protagonizada por Charlie Hunnam, se estrena el viernes 3 de octubre en Netflix.
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