Un pianista brasileño desapareció en Argentina días antes del golpe militar. Casi 50 años después, lograron identificarlo
Por Sol Amaya y Agustín Monguillot, CNN en Español
La madrugada del 18 de marzo de 1976, Francisco Tenório Cerqueira Júnior, un reconocido pianista brasileño que se encontraba de gira en Buenos Aires, salió del hotel donde se hospedaba para comprar cigarrillos. Jamás regresó y no se supo más de él. Hasta ahora.
Tenorinho, como se lo conocía familiarmente, tenía 35 años, una esposa y cuatro hijos, más un bebé en camino. Se dedicaba a la música desde la adolescencia y su talento lo había traído hasta la capital argentina para una serie de conciertos en el Teatro Gran Rex, junto a grandes figuras del bossa nova como Vinicius de Moraes y Toquinho.
Su desaparición causó gran desolación entre familiares y amigos. El propio Vinicius fue uno de los impulsores de su búsqueda. Pero el contexto político y social era extremadamente complejo: por esos días se estaba gestando en Argentina el golpe de Estado cívico militar que, el 24 de marzo, derrocaría la presidencia de María Estela Martínez de Perón e iniciaría el período más oscuro de la historia del país.
Según se pudo reconstruir en base al expediente judicial, Tenorinho salió del hotel Normandie, ubicado a pocos metros de la Avenida Corrientes, en pleno centro porteño, alrededor de las 3 de la madrugada. Dijo que iba a comprar cigarrillos y un medicamento, pero no regresó.
Dos días después, el 20 de marzo, el cadáver de un hombre aparecía en un terreno baldío en el Partido de Tigre, a unos 30 km del hotel donde había estado el músico. Tenía impactos de bala, según consta en el informe policial que se incluye en el expediente. Se lo enterró sin ser identificado en el cementerio de Benavídez, en la provincia de Buenos Aires.
En ese momento, los hechos no quedaron relacionados.
La incertidumbre y la angustia de la familia eran totales. Y así se mantuvieron por casi 50 años. Hasta que, a fines de agosto de este año, se conoció que el músico había sido asesinado y enterrado como cadáver no identificado en un cementerio bonaerense, apenas días después de su desaparición.
Tenório figura en la lista Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, una comisión creada en 1983 tras el fin de la dictadura cívico-militar de Argentina, para investigar las desapariciones y violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1976 y 1983. El pianista es considerado víctima del terrorismo de Estado, aunque, como con la mayoría de las víctimas, determinar las circunstancias exactas de su muerte es muy complejo debido a la clandestinidad que acompañó este período.
“El hallazgo de Tenório Júnior es un amargo recordatorio de la impunidad que persiste en muchos de estos aberrantes crímenes, cuyo impacto reverbera durante décadas y generaciones”, dijo Jan Jarab, representante de ONU Derechos Humanos para América del Sur, en un comentario publicado en la página web del organismo. “Tenório Júnior no era militante político, ni activista. El abuso de poder que puso fin a su vida también provocó que miles de personas -militantes o no- fueran asesinadas, desaparecidas, exiliadas y perseguidas en el Cono Sur durante décadas, mediante métodos que no conocieron de jurisdicción ni fronteras”.
La identificación de Tenório fue realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en base a un cotejo de huellas dactilares. El EAAF es un reconocido equipo interdisciplinario que ya ha ayudado a identificar a cientos de desparecidos de la última dictadura argentina.
Se trata de peritos de diversas áreas que aportan pruebas para las investigaciones que lleva la justicia en casos de lesa humanidad, mediante el análisis de restos humanos y otros elementos. Estos expertos permiten ayudar a reconstruir lo sucedido con las desapariciones forzadas por el terrorismo de Estado. También cuentan entre sus hitos la identificación en 1997 de los restos del Che Guevara. Actualmente participan en búsquedas e identificaciones en más de 40 países.
El expediente del cadáver enterrado en Benavídez fue recuperado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), un organismo que lleva años revisando causas tramitadas por la justicia penal bonaerense entre 1975 y 1983 por el hallazgo de personas muertas cuya identidad era desconocida. El objetivo de esta búsqueda es determinar si se trata de víctimas del terrorismo de Estado que siguen en condición de desaparecidas.
“Por la fecha, por las características, es que nosotros solicitamos cotejar las huellas digitales que están en ese expediente de aquel cadáver hallado en esa época (pocos días después de la desaparición del músico) con las huellas digitales de Tenório”, explicó a CNN Mariana Segura, directora para Sudamérica del EAAF.
Si bien el golpe de Estado ocurrió días después de la desaparición de Tenório Júnior, “ya desde 1975 teníamos personas que se encontraban en calidad de desaparecidas”, explica Segura. “Y ese tipo de denuncias fueron ingresadas en las investigaciones (de crímenes de lesa humanidad) porque, más allá de no corresponder al período exacto, por el modus operandi y por la forma en que fueron desaparecidas esas personas antes, correspondían también a desapariciones forzadas”.
El cotejo del EAAF dio positivo. El pasado 26 de agosto, la Cámara Federal porteña firmó la resolución que acredita que aquel cuerpo enterrado en Benavídez era el del pianista Tenório Júnior y remitió la información al juez Sebastián Casanello, cuyo juzgado tramita una investigación sobre lo que se conoció como el Plan Cóndor, una coordinación secreta de inteligencia y contrainsurgencia entre las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que ya estaba estaba en funcionamiento al momento de la desaparición de Tenório.
Sin embargo, los restos del músico no han sido recuperados. “En nuestro país y en el resto de Latinoamérica, cuando hay una inhumación como NN (persona no identificada) y no hay una orden específica de una autoridad para preservar la sepultura hasta conocer su identidad (algo que claramente no ocurre en una dictadura), entonces los restos pasaban a un osario común entre los cuatro y cinco años, dependiendo de la jurídica”, explica Segura.
Eso pasó con el cuerpo de Tenório. En 1982, la sepultura fue reocupada y sus restos pasaron a un osario común.
“Entonces, no es un escenario sencillo de recuperación. No es un camino que hemos cerrado completamente, pero somos muy cautos de no generar falsas esperanzas, sobre todo a los familiares, respecto de una recuperación de restos”, aclara la especialista.
A pesar del paso de los años, y aunque, como señala Segura, no siempre pueden recuperarse los restos de las personas, todavía se siguen logrando identificaciones, como en el caso de Tenório. Esto ocurre gracias al trabajo de investigadores como los miembros de la PCCH y el EAAF, y otros organismos judiciales y civiles que constantemente revisan expedientes, información y diferentes elementos. Desde el EAAF invitan a las familias de personas desaparecidas a que se acerquen a ellos. Todo elemento puede ayudar a acelerar identificaciones y poder lograr respuestas.
La familia de Tenório Júnior recibió la noticia del hallazgo a través de la Comisión Especial de Muertos y Desaparecidos Políticos (CEMDP) de Brasil, a cargo del fiscal Iván Marx.
“50 años después, que sea posible darle a la familia una respuesta es algo que emociona. Pero también una gran responsabilidad”, le dijo el fiscal Marx a CNN en una entrevista vía zoom. “Hay que medir las palabras, hay que sentir el momento para decirlo de una forma no tan rápida y que se comprenda el procedimiento y tenga el tiempo también para procesar el duelo”.
Marx contó que la familia se sorprendió, no esperaban una respuesta tan definitiva luego de tantos años de incertidumbre.
En un comunicado difundido en redes sociales, los hijos del músico dijeron que recibieron la noticia “con sorpresa” y “con una mezcla de alivio y tristeza”.
Alivio de saber lo que pasó con su padre. “Tristeza por la confirmación de que Tenório fue víctima de la violencia y enterrado como un desconocido, lejos de la familia, de los amigos, de los compañeros de música”. CNN intentó contactar a los familiares, pero por el momento prefirieron no hablar, más allá del comunicado.
En el escrito, lamentaron haber sido privados de crecer con él y que su madre se viera obligada a “criar sola a cuatro niños de 8, 7, 5 y 4 años”, además del bebé que estaba en camino, al que no llegó a conocer, como tampoco a sus ocho nietos.
En el comunicado, los hijos del músico dejan asentadas las preguntas que aún no tienen respuesta: ¿Quién mató a Tenório? ¿Por qué?
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