Lula da Silva afirma que Trump “no fue elegido para ser el emperador del mundo” y aumenta la disputa entre EE.UU. y Brasil
Por Kara Fox, CNN
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió a las amenazas arancelarias de Donald Trump y dijo que su homólogo estadounidense fue elegido como líder de Estados Unidos y “no para ser el emperador del mundo”.
La semana pasada, Trump amenazó a Brasil con aranceles catastróficos del 50 % a partir del 1 de agosto, según una carta publicada en su plataforma de redes sociales, Truth Social.
En la carta, Trump vinculó la astronómica amenaza arancelaria con lo que describió como un juicio de “cacería de brujas” contra el expresidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, un estrecho aliado de Trump, enfrenta un juicio en Brasil por el presunto intento de derrocar a Lula tras su victoria presidencial en 2022. Podría enfrentar más de cuatro décadas de prisión si es declarado culpable de planear el golpe.
En declaraciones exclusivas a Christiane Amanpour de CNN el jueves, da Silva, conocido popularmente como Lula, afirmó que las amenazas de Trump rompieron con el protocolo y argumentó que el destino de su predecesor no puede ser parte de las negociaciones comerciales.
“El poder judicial en Brasil es independiente. El presidente de la República no tiene influencia alguna”, dijo, y agregó que Bolsonaro “no está siendo juzgado personalmente. Está siendo juzgado por los actos que intentó organizar un golpe de Estado”.
Bolsonaro ha negado todas las acusaciones de irregularidades.
A través de un intérprete, Lula también expresó su decepción por la postura de Trump, y dijo inicialmente que no podía creer que la publicación del presidente de EE.UU. en redes sociales fuera auténtica.
“Fue muy desagradable”, comentó a Amanpour. “Pensé que eran noticias falsas”.
Brasil ahora ha prometido aranceles recíprocos si Trump cumple con su amenaza, lo que marca la primera vez en meses que otro país ha puesto le hace frente a Trump.
“Brasil debe cuidar de Brasil y del pueblo brasileño, y no de los intereses de los demás”, afirmó Lula, y añadió: “Brasil no aceptará ninguna imposición.
Aceptamos la negociación, no la imposición”.
A diferencia de los más de 20 países que recibieron cartas de Trump este mes, Estados Unidos registró un superávit comercial de US$ 6.800 millones con Brasil el año pasado.
Esto significa que Estados Unidos exportó más bienes a Brasil de los que importó, un desequilibrio que ya debería satisfacer la agenda comercial de Trump.
Las principales exportaciones estadounidenses a Brasil en 2024 incluyeron aeronaves y naves espaciales, combustibles, maquinaria industrial como reactores nucleares y equipos eléctricos, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Un arancel brasileño del 50 % como represalia sobre los productos estadounidenses podría perjudicar gravemente a estas industrias.
Aun así, Lula reiteró su disposición a llegar a un acuerdo con Washington el jueves, afirmando que le corresponde a Trump considerar seriamente la negociación y que espera que el presidente estadounidense cambie de opinión.
“No soy un presidente progresista. Soy el presidente de Brasil. No veo al presidente Trump como un presidente de ultraderecha. Lo veo como el presidente de Estados Unidos; fue elegido por el pueblo estadounidense”, aseguró el exlíder sindical a Amanpour, descartando la posibilidad de que sus antecedentes ideológicos pudieran enturbiar las negociaciones.
“Lo mejor del mundo es que nos sentemos a la mesa y conversemos”, añadió.
“Si el presidente Trump está dispuesto a tomar en serio las negociaciones en curso entre Brasil y Estados Unidos, entonces estaré abierto a negociar lo que sea necesario. Pero lo importante es que la relación entre ambos países no puede continuar así”, afirmó.
Mientras tanto, el jueves, Estados Unidos comenzó una investigación sobre lo que calificó de prácticas comerciales “desleales” por parte de Brasil, intensificando la disputa con la décima economía más grande del mundo.
La investigación se enfocará en el comercio digital y los servicios de pago electrónico, los aranceles preferenciales y la interferencia anticorrupción, así como en la protección de la propiedad intelectual, para determinar si existen prácticas “irrazonables o discriminatorias que obstaculicen o restrinjan” el comercio estadounidense, según un comunicado del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR).
También examinará el acceso al mercado del etanol y la deforestación ilegal.
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Elisabeth Buchwald, Lily Farrant y Ana Bickford, de CNN, contribuyeron con este reportaje.