Sobreviviente en Texas describe el drama de la inundación: “Eran gritos aterradores”
Por Sebastián Jiménez Valencia, Ana Melgar y Gustavo Valdés, CNN en Español
Texas sigue contando los muertos y buscando a sus desaparecidos en el condado Kerr tras las mortales inundaciones por el desbordamiento del río Guadalupe. Más de un centenar de fallecidos y 150 personas sin paradero conocido reflejan la tragedia, mientras los sobrevivientes relatan los momentos de angustia y la incertidumbre por lo que viene.
Lorena Guillén, dueña de un restaurante y un sitio para vehículos recreativos (RV) en Kerrville, a orillas del río Guadalupe, describió para CNN el horror del episodio. Guillén nació en San Luis Potosí, México, y lleva 30 años viviendo en Texas, 10 de ellos en Kerrville.
Guillén, quien describe su sitio para RV como “un pedacito de cielo en la tierra”, dice que la madrugada del 4 de julio, después de que lloviera durante varias horas, revisó los niveles del agua y se comunicó con las autoridades del condado. Horas después, la despertaron los gritos de las personas que estaban siendo arrastradas por la corriente.
“Eran gritos aterradores, escuchábamos mucho a las familias pidiendo auxilio”, cuenta Guillén a CNN. “Se escuchaba mucho el claxon de los vehículos, sabías que había alguien adentro. Con los relámpagos que había, a veces cuando pasaban los campers, veías gente pegando en las ventanas y gritando”.
Los valles fluviales de la zona eran conocidos por los amantes de la naturaleza que frecuentaban sus campamentos, parques de casas rodantes y viviendas de alquiler turístico. Durante generaciones, el río Guadalupe ha sido el centro de las comunidades de los condados de Kerr y Kendall; hay además unos 18 campamentos juveniles donde miles de niños pasan semanas cada verano.
Pero esa cuenca fluvial también era propensa a inundaciones repentinas, debido a su lecho escarpado de piedra caliza. En su momento fue definida como “una de las tres regiones más peligrosas” del país por inundaciones repentinas. En 1987 hubo una “ola de inundación” que mató a 10 adolescentes.
El 4 de julio, la situación fue peor. “Mi marido corrió al agua en lo que yo golpeaba las puertas de los RVs para sacar a la gente y se veía que la parte de abajo ya se estaba llevando los RVs”, relató Guillén. “Los carros ya iban flotando”.
Los funcionarios del Gobierno de Texas enfrentan preguntas de periodistas y miembros de la comunidad sobre cuánto se hizo, o no, en las horas de la noche del viernes cuando el río Guadalupe se inundó, arrasando edificios y personas a su paso. Cinco días después de las inundaciones, las autoridades aún no han proporcionado un cronograma claro.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, quien recorrió la zona devastada el martes, dijo que el sistema de alerta de emergencia será abordado durante una sesión especial de la legislatura estatal a finales de este mes.
A nivel local, hay un lapso clave de tres horas en el que no está claro si las alertas enviadas por el Servicio Meteorológico Nacional se transmitieron a las autoridades locales; y a nivel de campamentos de verano, existen dudas sobre políticas que incluyeron la prohibición de teléfonos celulares y la limitación del uso de walkie-talkies, según un consejero.
Guillén dice que las autoridades no tenían la información necesaria para alertar a los residentes. “No fue negligencia, ellos no sabían”, asegura. “Esta es una comunidad pequeña, todos nos conocemos. Yo sé que, si ellos hubieran sabido, hubieran sido los primeros aquí en sacar gente”, y agrega que todos hicieron lo que pudieron.
Una investigación de CNN mostró que en los últimos años múltiples esfuerzos en el condado de Kerr para construir un sistema de alerta de inundaciones más robusto han fracasado o se han abandonado debido a problemas presupuestarios, dejando al epicentro de las inundaciones de este fin de semana sin sirenas de emergencia que podrían haber advertido a los residentes sobre la crecida de las aguas. Y aunque al menos un condado vecino emitió órdenes de evacuación en la mañana del 4 de julio, las autoridades del condado de Kerr no parecen haberlo hecho.
La falta de mensajes no significa que las autoridades del condado de Kerr no estuvieran monitoreando las comunicaciones del NWS ni actuando en consecuencia. Sin embargo, plantea nuevas preguntas sobre las acciones de las autoridades locales, especialmente en un lapso crucial entre la primera alerta pública del NWS a la 1:14 am y una alerta de inundación repentina más urgente enviada varias horas después. Algunos funcionarios locales han defendido la decisión de no ordenar evacuaciones generalizadas, alegando su preocupación de que los vehículos pudieran haber quedado atrapados en la rápida crecida del agua.
Como Guillén, algunos sobrevivientes han contado cómo tuvieron que aferrarse a los árboles, salir por las ventanas y flotar sobre colchones. Ahora no saben qué va a ocurrir, esta comunidad construida alrededor del camping y la naturaleza tiene por ahora más preguntas que respuestas.
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Con información de Rebekah Riess, Chris Boyette, Emily Smith, Angela Fritz, Danya Gainor, Casey Tolan, Curt Devine, Andrew Freedman, Melanie Hicken, Pamela Brown, Michelle Krupa, Zoe Sottile y Shoshana Dubnow, de CNN.